Superar el Complejo de Jonás jamás fue tan sencillo. Es COMPLETAMENTE GRATIS y BAJO TU CONTROL.
¿Cuál es el complejo de Jonás?
Abraham Maslow denominó “complejo de Jonás” a lo que experimentan las personas que le tienen miedo al éxito.
Además se puede ver cuando existe miedo a la prosperidad, a la abundancia y todas aquellas cosas que deseamos en nuestras vidas.
Básicamente, miedo a la felicidad que proporciona la autorrealización.
Reconocer el complejo de Jonás en nosotros mismos
Es muy sencillo sentarse a señalar las actitudes de las demás personas porque las vemos desde fuera, pero nadie nos enseña a ver nuestras actitudes y así captarlas sin filtros, sean estas positivas o negativas.
El miedo a llevar a cabo las cosas que seguramente nos acercarán poco a poco al éxito nos hace tener actitudes como:
- Procrastinación: posponemos por mucho tiempo (y en muchos casos para siempre) todas las acciones necesarias.
- Excusas: siempre conseguimos otra cosa que hacer, la cual “evita” que podamos realizar lo que en realidad importa.
- Justificaciones: buscamos y conseguimos razones bien fundamentadas de porqué no hacemos lo que debemos hacer.
- Sentirnos NO merecedores: comenzamos a pensar que “en realidad no merecemos” eso que llevamos tanto tiempo deseando.
- Pasar más tiempo idealizando que tomando acción (se explica sola).
Cada una de estas actitudes son las que no nos permiten superar el complejo de Jonás y nos dejan viviendo en la misma situación, con las mismas oportunidades y circunstancias.
La vida poco a poco se vuelve una rutina que no acaba y que lleva siempre al mismo lugar.
¿Cómo superar el complejo de Jonás?
Ahora pasaremos a la acción para que logres perder ese miedo al éxito, y llegues a lo más alto en tu vida. Verás que poco a poco conseguirás tu Dharma (propósito de vida) y serás inspiración para las personas a tu alrededor.
1. Pierde el temor al rechazo
Por más que tu éxito pueda incluir a otras personas, ellas llegarán alineadas a lo que tú desees y atraigas. Tu atención y enfoque deben ir guiados a lo que tú quieres conseguir, sea lo que sea, que te haga feliz en todo momento sin importar lo que digan los demás.
Siempre habrá personas que les guste lo que haces y otras que no.
El truco está en atender a las cosas que le disgustan a un grupo para saber qué se puede mejorar y celebrar por cada persona que le gusta lo que ofreces.
2. Cambia el patrón de tu vida
Si todos tus días se repiten sin emociones o experiencias nuevas, te invito a cambiarlo. Haz cosas diferentes, aprende algo nuevo, baila sin planearlo, canta, ríe, disfruta de la naturaleza.
Realiza cualquier cosa que te haga sentir vivo, crea recuerdos y vive experiencias que se conviertan en anécdota para reir luego.
3. Mejora tu repertorio de creencias
Es muy cómodo aferrarse a viejas creencias limitantes, pero más cómodo es llevar tu vida a otros niveles de realización y felicidad.
Anota tus creencias acerca de las cosas básicas de la vida y compáralas con aquellas creencias que te harán ser esa persona que siempre has soñado.
4. Toma acción (aunque sea poco, aunque no salga como lo planeaste)
No importa lo que suceda, piensa que es solo un juego, un reto personal en el que solo haces UNA cosa que forme parte de una meta o un objetivo mayor.
- Ya sea escribir el título de un artículo o un guión, crear una cuenta en la plataforma donde compartiras tu proyecto, hacer 5min de ejercicio, hacer journaling…
Lo que sea, mientras más fácil de realizar mejor, que te lleve poco tiempo pero que forme parte de ese YO IDEAL en el que te quieres convertir.
5. Coloca en papel tus ideas, planes y pasos
Plasma todo en papel, garabatea, realiza esquemas, dibuja, pinta, haz una to-do list (lista de cosas por hacer), escribe sin parar.
Deja fluir tus pensamientos y sentimientos, que trabajando alineados, llegarás a estar muy cerca de lo que vas a hacer para lograr eso que te propones y a este punto, el complejo de Jonás no tendrá control sobre tu vida, tus acciones y mucho menos de tus resultados.
Con esto espero haberte ayudado a ver tu propósito de vida un poco más cerca de lo que estaba cuando lo veías desde el «complejo de Jonás». Es un proceso, lleva tiempo y esfuerzo, pero lo más importante es que disfrutes de la experiencia y aprendas de tus tropiezos.